Beneficios de la dieta mediterránea

La dieta mediterránea combinada con un estilo de vida activo ofrece innumerables beneficios para nuestra salud y bienestar.  Originaria de los países del mediterráneo, como Italia, Grecia y España, esta forma de alimentación se ha convertido en un referente en todo el mundo para las personas que buscan mejorar su calidad de vida a través de una dieta equilibrada y variada.  En Entrena con Ainhoa, como expertos en planes de nutrición y deporte, te explicamos más en detalle en qué consiste este tipo de dieta.   Dieta saludable mediterránea

¿Cuáles son las principales características de la dieta mediterránea?  

La dieta mediterránea se basa en un consumo abundante de alimentos frescos y naturales, en su mayoría de origen vegetal. Su enfoque se centra en el consumo de frutas, verduras, legumbres, frutos secos, cereales integrales y aceite de oliva  Además, incluye una ingesta moderada de pescado, aves de corral, huevos, productos lácteos y un consumo moderado de vino.  Esta dieta se distingue por ser baja en grasas saturadas y abundante en grasas saludables, como los ácidos grasos monoinsaturados presentes en el apreciado aceite de oliva. Este «oro líquido» desempeña un papel destacado en este tipo de alimentación.  Además, la dieta mediterránea se destaca por su consumo regular de alimentos ricos en antioxidantes y vitaminas, lo que contribuye a fortalecer nuestro sistema inmunológico y prevenir enfermedades. 

Los beneficios de la dieta mediterránea 

La dieta mediterránea ha sido ampliamente investigada y respaldada por numerosos estudios científicos que confirman los maravillosos beneficios que aporta a nuestra salud. Estos son algunas de las principales ventajas asociadas a esta forma de alimentación: 
  1. Reducción del riesgo de enfermedades cardiovasculares
El consumo regular de alimentos presentes en la dieta mediterránea, como el aceite de oliva, pescado, frutas y verduras, ayuda a reducir los niveles de colesterol y triglicéridos en sangre. Esto a su vez disminuye el riesgo de enfermedades cardíacas y problemas cardiovasculares. 
  1. Prevención de la diabetes tipo 2
La dieta mediterránea, gracias a su enfoque en alimentos de bajo índice glucémico, ayuda a mantener niveles de azúcar en sangre estables. Esto ayuda a prevenir la aparición de la diabetes tipo 2 y a controlar los niveles de glucosa en personas que ya la padecen. 
  1. Control del peso corporal
El estilo de vida asociado a la dieta mediterránea, que consiste en mantener una alimentación saludable y la práctica regular de ejercicio físico, contribuye a mantener un peso adecuado y prevenir la obesidad.   Los alimentos ricos en fibra y los bajos niveles de grasas saturadas presentes en esta dieta favorecen una sensación de saciedad duradera, lo que ayuda a controlar la ingesta calórica. 
  1. Reducción del riesgo de cáncer
La dieta mediterránea, al ser rica en frutas, verduras y legumbres, aporta una amplia variedad de vitaminas, minerales y antioxidantes que protegen nuestras células contra el daño oxidativo.  Estos nutrientes contribuyen a reducir el riesgo de desarrollar ciertos tipos de cáncer, como el de colon, mama y próstata. 
  1. Mejora de la salud mental
  El intestino es, cada vez más, conocido como el «segundo cerebro» debido a su influencia en nuestra salud física y mental. Por eso, la alimentación juega un papel fundamental en nuestra salud mental, y la dieta mediterránea no es una excepción. Numerosos estudios han demostrado que seguir este estilo de alimentación se asocia con una menor prevalencia de trastornos como la depresión y la ansiedad    Además, los nutrientes presentes en los alimentos de la dieta mediterránea, como las vitaminas del grupo B y los ácidos grasos omega-3, tienen un efecto positivo en la salud cerebral y contribuyen a mantener un estado de ánimo equilibrado. 
  1. Favorece la longevidad
La adopción de la dieta mediterránea como estilo de vida se ha relacionado con una mayor esperanza de vida y una reducción en la mortalidad por diversas causas. España es uno de los países con mayor esperanza de vida del mundo.  Los beneficios cardiovasculares y la protección contra enfermedades crónicas que brinda esta alimentación contribuyen a una vida más saludable y duradera. 
  1. Mejora de la salud del sistema digestivo
La dieta mediterránea, al contener alimentos ricos en fibra, favorece el tránsito intestinal y previene problemas como el estreñimiento  Además, el consumo moderado de vino puede tener efectos positivos en la flora intestinal, promoviendo un equilibrio y bienestar digestivo. 
  1. Contribución a un envejecimiento saludable
No solo puede prolongar la vida, sino que también contribuye a alcanzar la vejez con una mejor salud  Los antioxidantes presentes en frutas, verduras y aceite de oliva ayudan a proteger nuestras células del daño oxidativo, retrasando los signos del envejecimiento y promoviendo una piel sana. 
  1. Beneficios para la salud del corazón
El aceite de oliva, uno de los pilares de la dieta mediterránea, es conocido por sus propiedades cardioprotectoras. Sus grasas monoinsaturadas ayudan a reducir los niveles de colesterol LDL (conocido como colesterol «malo») y a aumentar los niveles de colesterol HDL (conocido como colesterol «bueno»).   Esto contribuye a mantener la salud cardiovascular y a reducir el riesgo de enfermedades del corazón. 
  1. Promoción de una alimentación variada y placentera
La dieta mediterránea fomenta el uso de una gran variedad de alimentos y la incorporación de muchos sabores y colores en cada plato. Se centra en el consumo de alimentos frescos y de temporada y promueve una relación saludable con la comida.  Recuerda que la dieta mediterránea no se trata solo de la comida, sino también de un estilo de vida activo. Realiza ejercicio físico moderado de forma regular. Puedes caminar, nadar o practicar yoga. El movimiento es fundamental para mantenernos en forma y mejorar nuestra salud en general. 

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